Este mes de marzo, se cumplieron 5 años de la Ley Fintech en México. Esta ley se publicó el 9 de marzo de 2018, con el fin regular las instituciones de tecnología financiera, incrementar el nivel de inclusión financiera de la población mexicana, propiciar el acceso a los recursos de la población desde dispositivos móviles, mejorar las condiciones de competencia en el sistema financiero del país, diversificar las empresas que ofrezcan servicios financieros, brindar la creación de plataformas 100% reguladas con altos estándares de seguridad, verificación del origen de los recursos, promover la rapidez de pagos, entre otros beneficios.
Sistema de Transferencias y Pagos (STP), la fintech empresarial mexicana especialista en tecnologías de sistemas de pago en México con 14 años de trayectoria, comparte algunas de las ventajas y características de esta ley creada para regular las Instituciones de Tecnología Financiera tras cinco años de haberse creado.
“Entre las ventajas que tuvo esta ley se encuentran el aumento en la seguridad de las transacciones que realizan tanto las empresas como los clientes finales”, explicó Jaime Márquez Poo, director ejecutivo de Desarrollo de Negocios en STP.
Márquez Poo explicó que el desarrollo de sanciones para las instituciones que infrinjan los lineamientos de la Ley Fintech ha sido un aspecto importante para el crecimiento y la penetración del sector en el país. El total de multas aplicadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) a estas entidades asciende a MN$35 millones y superó los MN$62 millones.
Otra de las características de esta legislación es la facultad de la CNBV para autorizar la operación de las empresas fintech y establecer así, los esquemas de inspección, vigilancia e intercambio de información. Hasta marzo del 2023 en México están autorizadas 49 empresas para operar bajo los términos de la Ley Fintech.
De estas instituciones, de acuerdo con la última actualización de la CNBV, las compañías autorizadas operan como Instituciones de Fondo de Pago Electrónico (IFPE) y como Instituciones de Financiamiento Colectivo (IFC).
Las IFPE, mejor conocidas como wallets o monederos electrónicos en el país y solo tiene permitido la actividad de abrir cuentas para hacer transferencias, pagos y retiro de efectivo. Bajo esta figura operan 32 instituciones en el país.
Las IFC o crowdfunding tienen como objetivo principal conectar a dos usuarios o interesados a través de una plataforma tecnológica, un usuario que solicita fondos, recursos y otro usuario que está interesada en invertir o realizar un préstamo para un fin específico, mismo que se anuncia y describe puntualmente en la plataforma tecnológica que sirve como mediadora y vehículo.
La implementación de esta ley en el país, genera beneficios para los usuarios, que sin duda ven la diferencia con la oferta tradicional, ya que los servicios son menos costosos y más ágiles, dijo Márquez Poo.
Finalmente, esta ley ha mantenido a la vanguardia a México debido al incremento en la inclusión financiera y a sus consideraciones para el combate al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo. Sin embargo, aún se adolesce de una regulación secundaria.
De acuerdo con un informe de Ernst & Young, actualmente, México se ubica en el séptimo lugar del mundo en el uso de los servicios proporcionados por empresas fintech; sin embargo, la misma firma pronostica que, dentro de algunos años, el país alcanzará el tercer lugar a nivel mundial.
Fuente: Revista NEO.